- Jue Ene 13, 2005 18:46
#79625
Ahora que desgraciadamente sabemos lo que es morir por culpa de un traumatismo abdominal, se me ponen los pelos de punta al recordar la historia de nuestro colega del cuad estas navidades, y no digamos la trágica muerte de nuestro compañero carni (d.e.p.), me vais a permitir una ligera descripción para saber reconocer su posible gravedad en caso de accidente.
En concreto nos interesan los traumatismos cerrados, que por cierto son la primera causa de morbimortalidad en menores de 40 años, ya sea por accidentes de tráfico o atropello.
Bien por la cantidad de energía cinética recibida (por ejemplo impacto contra un árbol después de haber caído de la moto a cierta velocidad) o por traumatismo directo (la moto nos golpea al caernos encima), lo cierto que el riesgo de sufrir una rotura esplénica (bazo), fundamentalmente, es altísima.
¿Cómo reconocer la gravedad del accidente?
En principio es difícil y no debemos alarmarnos por la aparición del lógico dolor. Las manifestaciones clínicas que nos induce a pensar en la gravedad del accidente suelen ser tardías, horas o incluso días.
La aparición de sangre, en orina o heces (hay que observar ambos durante varios días), presencia de fiebre, agotamiento, y fundamentalmente defensa abdominal (la tripa se pone dura) nos induce a pensar en una lesión grave, y por ello acudiremos con urgencia a nuestro Hospital de referencia, donde es fundamental para la Historia Clínica que mencionemos el antecedente traumático (ante esta situación mejor no andarnos con picardías por aquello del seguro).
En concreto nos interesan los traumatismos cerrados, que por cierto son la primera causa de morbimortalidad en menores de 40 años, ya sea por accidentes de tráfico o atropello.
Bien por la cantidad de energía cinética recibida (por ejemplo impacto contra un árbol después de haber caído de la moto a cierta velocidad) o por traumatismo directo (la moto nos golpea al caernos encima), lo cierto que el riesgo de sufrir una rotura esplénica (bazo), fundamentalmente, es altísima.
¿Cómo reconocer la gravedad del accidente?
En principio es difícil y no debemos alarmarnos por la aparición del lógico dolor. Las manifestaciones clínicas que nos induce a pensar en la gravedad del accidente suelen ser tardías, horas o incluso días.
La aparición de sangre, en orina o heces (hay que observar ambos durante varios días), presencia de fiebre, agotamiento, y fundamentalmente defensa abdominal (la tripa se pone dura) nos induce a pensar en una lesión grave, y por ello acudiremos con urgencia a nuestro Hospital de referencia, donde es fundamental para la Historia Clínica que mencionemos el antecedente traumático (ante esta situación mejor no andarnos con picardías por aquello del seguro).