En primer lugar, ¡gracias a todos! por vuestras aportaciones o consejos.
Me estan sirviendo de mucho pues como ya comente estaba mas perdido que un gato en una fabrica de gaseosas.
Sigo saliendo con la de sin asiento y la verdad es que cada vez me gusta mas.
Ayer tarde, después de comer me eche al campo para dar una vuelta por las inmediaciones de mi ciudad laboral.
En primer lugar, percibo como la gente te mira raro entre semaforo y semaforo. Y si me siento y llevo el manillar a la altura de los ojos, peor.
Rapidamente cogi la via abandonada del tren.
Para entrar y salir de la via, me veo bastante peor que con la exc.
Con esta, aposentaba el ojete y de un golpe al gas lo hacia. Con esta entre bien pero para salir hube de echar patas al suelo y sacarla a golpe de gas.
Una vez fuera, por senderos paralelos a la via, me encamine hacia una zona que recordaba con abundante piedras de todos los tamaños, donde familiarizarme aun mas con esta maquina.
Compruebo como por el barro blando y pegajoso no va nada bien. Se embota rapidamente el guardabarros delantero del mismo, llegando incluso a bloquear la rueda delantera.
Y como quiera que empezo a llover con dos 00 (ya sabeis, el doble de un huevo), y el que esto os cuenta va viejo (tambien de 00), me detuve bajo el puente a echarme un cigarrito que aquí (de momento) no esta prohibido.
Sigo dandole a esta modalidad de todo-terreno tan lenta. Todo transcurre despacio y sin agresividad, lento, con calma. Si a esto le unes el viento azotando tu cara con el casco abierto, que gozada.
Al mismo tiempo aprovecho los terrenos sin dificultad para practicar el equilibrio, parando la moto e intentando mantenerme en ella sin avanzar.
Y veo un peñasco o inclinación; a por ella, Cananas, pienso en mi interior.
Dejo la moto apoyada y al intentar bajar andando para tirar una foto, me meto una yoya del 15 al comprobar como resbalan mis botas al apoyarse en las piedras babosas.
Aquí estuve media hora enredando y subiendo y bajando por distintos sitios.
Mas senderitos junto al rio Tamesis (creo que se llama asi), comprobando como baja de agua hasta las trancas.
Vuelvo a alucinar como sube y baja por cualquier sitio aun a pesar de las piedras humedas y babosas.
Si tienes la precaucion de engranar una velocidad larga y aguantarla casi al ralenti, sin problemas.
Eso si, procura no sacar nunca los pies de las estriberas pues entonces la moto no avanza.
Esto ultimo todavía me cuesta al estar acostumbrado a remar como un campeon (de remo, se entiende).
En lo alto de aquel acantilado, junto al rio, me detuve a tirar mas fotos y volver a fumarme otro cigarro que aquí (de momento), tampoco esta prohibido.
Al mismo tiempo compruebo como en poco mas de una hora, tengo el casco sudado de 00.
Esto tampoco lo sabia, que se hiciese tanto o mas ejercicio que con la de asiento.
Y vuelvo a comprobar como casi no me tengo de pie al caminar sobre esas piedras para alejarme y tirar unas fotos.
Sin embargo, la moto pasa por ellas como si nada.
Continuo enredando de piedra en piedra por las inmediaciones de la ciudad, en completa soledad y a ritmo lento, muy lento.
Ya entrando el la ciudad, no pude por menos que tirar otra foto frente a aquella pala.
Madre mia que anchura, tu.
Y con el cuerpo bien machacado en poco mas de dos horas, previo lavamiento de la maquina me encamine a tomar una cerveza en compañía de amigos moteros, volviendo a sufrir en mi carnes esa famosa prohibición que te obliga a salir del bar para echar un cigarro; una tragedia, tu.
Pues nada, que seguimos amoldandonos a este tipo de maquinas y, la verdad, es que cada dia me gusta mas esta modalidad de todo-terreno.
Saludos para todos, y
uves. rafagas y gasssssssss!!!!!!!!!!