- Lun Ene 05, 2009 15:24
#285405
Hola a todos,
Este post es para contar brevemente lo acontecido el día de gracia del 31 de diciembre.
En una de nuestras habituales salidas, cuando estábamos a punto de finalizar la ruta, tuve la mala suerte de equivocar el camino por el que teníamos que ir.
Viendo que iba por un camino paralelo al bueno y estando más atento a cambiar de camino cuanto antes, no me percaté de lo que tenía en frente.
Delante de mi, sin señalización alguna, una cadena cortaba el camino en cuestión.
Yo que salía de una curva abriendo gas, no tuve tiempo más que de clavar frenos a tope y ver cómo la moto deslizada con velocidad hacia la jodida cadena.
Al comprobar (en décimas de segundo) que la bicha no pararía antes de "comerme" la cadena, tuve una reacción rápida sobre la que había pensado muchas veces al imaginar una situación similar...
Justo antes de embestir contra la cadena, salté por encima de la moto en plan "salto del tigre".
La moto al impactar contra la cadena hizo que esta se soltara (dio la casualidad que estaba sujeta con alambres y cedieron al golpear la moto).
Yo que seguía volando, caí contra el suelo con la mala suerte de golpearme en el dedo gordo del pie izquierdo (justo el mismo que me había golpeado hace un mes y pico y que todavía me hacía ir cojeando) con un dolor que no deseo para nadie.
La moto sin desperfecto alguno y yo jodido en el suelo con el dedo como una patata a una semana vista de irme a esquiar (esquí imposible al no entrarme la bota y ya veremos si Snowboard puedo hacer si consigo que me entre la botita).
El hecho de que se soltara la cadena, no exime al HIJO DE LA GRAN PUTA que había puesto la cadena en mitad del camino sin señalización alguna y en una zona muy transitada.
Creo que el salto que realicé es lo mejor que podía haber hecho, si no llega a partir la cadena y no salto, el impacto hubiese sido muy serio y no quiero ni pensar en las consecuencias que hubiese tenido.
En fin que otras tantas semanas en el dique seco por el jodido pie izquierdo (llevo tres golpes fuertes en el mismo pie desde Junio) y la mosca detrás de la oreja ante la posibilidad de volver a encontrarme con una sorpresita de estas.
Así es el enduro en campo abierto...
Este post es para contar brevemente lo acontecido el día de gracia del 31 de diciembre.
En una de nuestras habituales salidas, cuando estábamos a punto de finalizar la ruta, tuve la mala suerte de equivocar el camino por el que teníamos que ir.
Viendo que iba por un camino paralelo al bueno y estando más atento a cambiar de camino cuanto antes, no me percaté de lo que tenía en frente.
Delante de mi, sin señalización alguna, una cadena cortaba el camino en cuestión.
Yo que salía de una curva abriendo gas, no tuve tiempo más que de clavar frenos a tope y ver cómo la moto deslizada con velocidad hacia la jodida cadena.
Al comprobar (en décimas de segundo) que la bicha no pararía antes de "comerme" la cadena, tuve una reacción rápida sobre la que había pensado muchas veces al imaginar una situación similar...
Justo antes de embestir contra la cadena, salté por encima de la moto en plan "salto del tigre".
La moto al impactar contra la cadena hizo que esta se soltara (dio la casualidad que estaba sujeta con alambres y cedieron al golpear la moto).
Yo que seguía volando, caí contra el suelo con la mala suerte de golpearme en el dedo gordo del pie izquierdo (justo el mismo que me había golpeado hace un mes y pico y que todavía me hacía ir cojeando) con un dolor que no deseo para nadie.
La moto sin desperfecto alguno y yo jodido en el suelo con el dedo como una patata a una semana vista de irme a esquiar (esquí imposible al no entrarme la bota y ya veremos si Snowboard puedo hacer si consigo que me entre la botita).
El hecho de que se soltara la cadena, no exime al HIJO DE LA GRAN PUTA que había puesto la cadena en mitad del camino sin señalización alguna y en una zona muy transitada.
Creo que el salto que realicé es lo mejor que podía haber hecho, si no llega a partir la cadena y no salto, el impacto hubiese sido muy serio y no quiero ni pensar en las consecuencias que hubiese tenido.
En fin que otras tantas semanas en el dique seco por el jodido pie izquierdo (llevo tres golpes fuertes en el mismo pie desde Junio) y la mosca detrás de la oreja ante la posibilidad de volver a encontrarme con una sorpresita de estas.
Así es el enduro en campo abierto...
Un motero más os saluda.