- Mié Dic 24, 2008 13:00
#284260
Hola, FELIZ NAVIDAD A TODOS antes de nada.
Me llamo Luis Montero, y pese al desencanto que he sufrido en estos años,y de tanto ignorante con mala leche, y de aquellos que faltos de ingenio y de preparación pero sobrados de malas intenciones,han hecho de esta afición al deporte del enduro algo asqueroso en cuanto a sistema asociativo se refiere, pese a todo sigo echando una mano a aquellos que lo necesitan.
Hoy es Nochebuena, y aún hoy redactamos recursos por sanciones medioambientales de vehículos a motor, dentro de la rama del derecho administrativo sancionador que a lo largo de los años hemos cultivado como afición más que otra cosa.
El hecho que aquí me trae, es que me siguen indignando los efectos prácticos de algo muy común entre las denuncias que se nos realizan a los endureros por la práctica de nuestro deporte, y es la denuncia falsa que hacen los agentes medioambientales tomando como medio para el inicio del procedimiento sancionador los datos que figuran en nuestras placas de matrícula .
Vivimos tiempos duros en todos los aspectos de nuestra sociedad, pero ello no debe ser una excusa para pisar los derechos contenidos en nuestra Constitución. Las maneras y los medios que utilizan, incluyendo la falsedad como arma principal, en muchas denuncias por parte de los agentes que en el ejercicio de sus funciones tienen la consideración de agentes de la autoridad y que por ende gozan de la mal llamada presunción de veracidad, no debiera hacernos perder de vista que el uso de dichos medios lo que hace es pervertir nuestro sistema de garantías y libertades.
Va más allá de lo que a primera vista puede parecer un simple ocio, lo que os quiero transmitir es que nuestro sistema democrático tiene muchísimos fallos, pero las alternativas desde luego son infinitamente peores.
Que un guardia civil, un forestal, abuse, mienta y encima se reitere o ratifique, y que los instructores de los expedientes ni siquiera se cuestionen dichas actuaciones es mucho más grave de lo que nos pensamos. Ataca a la raíz de nuestro sistema de garantías, y convierte el mismo en algo nocivo.
Se están subvertiendo nuestros sistemas de valores y de defensa ante la Administración, y aunque estamos en un estadio embrionario e incipiente; es grave, gravísimo que las administraciones públicas inicien, resuelvan e impongan a los ciudadanos sanciones injustas basadas en las actuaciones de aquellos que debieran ser garantes de nuestro sistema.
Los antedichos agentes de la autoridad, gozan de privilegios pero estos no son absolutos ni sus actuaciones debieran ser tan absolutas como para no plantear un resquicio de duda en los instructores ante las mismas, sin tener que acudir al criterio de un órgano judicial e iniciar una vía como es la contencioso administrativa, más lenta, cara y colapsada.
Estamos en una crisis mucho más profunda que el aspecto puramente económico pueda hacernos pensar, estamos ante algo que comienza a extenderse y que se agudizará más, puesto que el Estado necesita con más urgencia que nunca,dinero.
Para muchos esto que digo os suena a chino, a lo mejor si os digo que las denuncias aumentarán el año que viene, que las mismas se tramitarán con menores garantías , que los recursos contra ellas tendrán menos valor en vía administrativa, que las matrículas serán un perfecto medio para iniciar los expedientes sin la más mínima garantía en la toma de datos ( basta que os tomen la matrícula en un bar para iniciaros un procedimiento ), a lo mejor así me entendéis mejor.
Vivimos tiempos difíciles y peores están por venir en cuanto a la garantía de nuestros derechos, es tarea nuestra el hacer valer los mismos, defenderlos y hacer que por lo que muchos han dado tanto no se vea cercenado de raíz.
Además de endureros somos ante todo ciudadanos amparados por la Constitución española, tenedlo presente y actuad como tales ante cualquier abuso de las administraciones, es la hora de la sociedad civil .
Luis Montero García, AUDEVER España.
Me llamo Luis Montero, y pese al desencanto que he sufrido en estos años,y de tanto ignorante con mala leche, y de aquellos que faltos de ingenio y de preparación pero sobrados de malas intenciones,han hecho de esta afición al deporte del enduro algo asqueroso en cuanto a sistema asociativo se refiere, pese a todo sigo echando una mano a aquellos que lo necesitan.
Hoy es Nochebuena, y aún hoy redactamos recursos por sanciones medioambientales de vehículos a motor, dentro de la rama del derecho administrativo sancionador que a lo largo de los años hemos cultivado como afición más que otra cosa.
El hecho que aquí me trae, es que me siguen indignando los efectos prácticos de algo muy común entre las denuncias que se nos realizan a los endureros por la práctica de nuestro deporte, y es la denuncia falsa que hacen los agentes medioambientales tomando como medio para el inicio del procedimiento sancionador los datos que figuran en nuestras placas de matrícula .
Vivimos tiempos duros en todos los aspectos de nuestra sociedad, pero ello no debe ser una excusa para pisar los derechos contenidos en nuestra Constitución. Las maneras y los medios que utilizan, incluyendo la falsedad como arma principal, en muchas denuncias por parte de los agentes que en el ejercicio de sus funciones tienen la consideración de agentes de la autoridad y que por ende gozan de la mal llamada presunción de veracidad, no debiera hacernos perder de vista que el uso de dichos medios lo que hace es pervertir nuestro sistema de garantías y libertades.
Va más allá de lo que a primera vista puede parecer un simple ocio, lo que os quiero transmitir es que nuestro sistema democrático tiene muchísimos fallos, pero las alternativas desde luego son infinitamente peores.
Que un guardia civil, un forestal, abuse, mienta y encima se reitere o ratifique, y que los instructores de los expedientes ni siquiera se cuestionen dichas actuaciones es mucho más grave de lo que nos pensamos. Ataca a la raíz de nuestro sistema de garantías, y convierte el mismo en algo nocivo.
Se están subvertiendo nuestros sistemas de valores y de defensa ante la Administración, y aunque estamos en un estadio embrionario e incipiente; es grave, gravísimo que las administraciones públicas inicien, resuelvan e impongan a los ciudadanos sanciones injustas basadas en las actuaciones de aquellos que debieran ser garantes de nuestro sistema.
Los antedichos agentes de la autoridad, gozan de privilegios pero estos no son absolutos ni sus actuaciones debieran ser tan absolutas como para no plantear un resquicio de duda en los instructores ante las mismas, sin tener que acudir al criterio de un órgano judicial e iniciar una vía como es la contencioso administrativa, más lenta, cara y colapsada.
Estamos en una crisis mucho más profunda que el aspecto puramente económico pueda hacernos pensar, estamos ante algo que comienza a extenderse y que se agudizará más, puesto que el Estado necesita con más urgencia que nunca,dinero.
Para muchos esto que digo os suena a chino, a lo mejor si os digo que las denuncias aumentarán el año que viene, que las mismas se tramitarán con menores garantías , que los recursos contra ellas tendrán menos valor en vía administrativa, que las matrículas serán un perfecto medio para iniciar los expedientes sin la más mínima garantía en la toma de datos ( basta que os tomen la matrícula en un bar para iniciaros un procedimiento ), a lo mejor así me entendéis mejor.
Vivimos tiempos difíciles y peores están por venir en cuanto a la garantía de nuestros derechos, es tarea nuestra el hacer valer los mismos, defenderlos y hacer que por lo que muchos han dado tanto no se vea cercenado de raíz.
Además de endureros somos ante todo ciudadanos amparados por la Constitución española, tenedlo presente y actuad como tales ante cualquier abuso de las administraciones, es la hora de la sociedad civil .
Luis Montero García, AUDEVER España.