- Mar Nov 20, 2007 19:55
#235339
Hoy es uno de esos días en que uno rescata del baúl del olvido, aquellos recuerdos que te hacen comprender el sentido de aquellas vivencias que ocupan un espacio en el disco duro de nuestra existencia y que parecen no tener valor ante los ojos de los demás.
Llueve. Camino sin compañía a las 6,30 hacia el tren que me llevará a lo habitual, a lo que nunca ocupará un espacio en mis recuerdos porque nada de lo material al final de mi camino servirá para rememorar mi pasado, si tras ese pasado no hay algo espiritual detrás.
Recuerdo mi niñez y aquellas motos que recorrían las calles de mi Madrid natal en manos de unos jóvenes hoy cincuentones y hasta sexagenarios. Y recuerdo como me detenía para verlos pasar en dos o en una rueda, solos o con "paquete".
OSSA'S DESERT, ENDURO,…..MONTESA'S ENDURO, CAPRA,.......... BULTACO`S FRONTERA, etc, me transportaban a un mundo subrealista dentro de mi subconsciente y dentro de éste, mi sueño iba tomando forma hasta que al fin se hizo realidad en la primavera del 79.
Primero una OSSA 250 SUPER PIONNER que me costó 123.000pts. (todo un lujo para un chaval de 17 años) y que pagué a mis padres religiosamente peseta a peseta con posterioridad. Luego vinieron las demás poco a poco.
Pero materialismo aparte, lo que me devanaba el seso esta mañana eran otras cosas. La lluvia me traía muchos recuerdos de mis salidas de antaño, cuando no importaba el tiempo que pudiera hacer para montarme en mi moto y echarme al monte, solo o acompañado, que mas daba y con un equipo de lo mas básico.
Hoy en día eso parece quedar aparcado en otra época y no tener cabida en el mundo actual donde desde nuestra poltrona no somos capaces de sopesar la posibilidad de la incomodidad.
Parece algo impensable el ponerte una mochila y fijar un saco de dormir en la aleta de nuestra moto y salir a rodar sin apoyo logístico y sin una buena cama donde reposar tras cada etapa.
He rodado bastante y he hecho muchas cosas en moto pero a pesar de haber realizado grandes logros y superado metas difíciles, si cierro los ojos solo vienen a mí aquellos momentos donde mi espíritu se fundió con mi moto, aquellas horas de compartir los dos, mecánica y pilotaje para llegar sanos y salvos al final del ocaso. El dormir bajo la luz de las estrellas o de los relámpagos a sus pies mientras ella esperaba sin inmutarse, muchas veces bajo la lluvia, a que al despertar le dirigiese un piropo.
Pasamos muchas horas juntos disfrutando del silencio en mitad de la nada y a pesar de hablar en singular me refiero a todas mis compañeras de fatigas. Echo de menos aquellas vivencias y muchas veces me planteo el repetir experiencias similares, pero al final me acabo rajando y dejándolo para "la próxima vez", al pensar por error, que mi vida personal se desmoronará por hacer algo "políticamente incorrecto".
Esas carencias, las compenso con salidas junto a otros moteros y en especial con uno al que considero mi amigo, que al igual que yo es Cáncer y que no para de decirme que soy poco expresivo y que parece que estoy "empanao". Desde aquí te pido perdón por no saber darte las gracias por todos los buenos momentos que me has hecho y me haces pasar pero compréndeme, no puedo hablar con la boca llena de tierra y piedras.
Y termino reafirmándome en todo lo anterior:
Nada, ni nadie, ni la situación mas "adrenalínica" podrá superar lo que se siente cuando ruteas sin lujos, solo o en compañía.
Jesús
Llueve. Camino sin compañía a las 6,30 hacia el tren que me llevará a lo habitual, a lo que nunca ocupará un espacio en mis recuerdos porque nada de lo material al final de mi camino servirá para rememorar mi pasado, si tras ese pasado no hay algo espiritual detrás.
Recuerdo mi niñez y aquellas motos que recorrían las calles de mi Madrid natal en manos de unos jóvenes hoy cincuentones y hasta sexagenarios. Y recuerdo como me detenía para verlos pasar en dos o en una rueda, solos o con "paquete".
OSSA'S DESERT, ENDURO,…..MONTESA'S ENDURO, CAPRA,.......... BULTACO`S FRONTERA, etc, me transportaban a un mundo subrealista dentro de mi subconsciente y dentro de éste, mi sueño iba tomando forma hasta que al fin se hizo realidad en la primavera del 79.
Primero una OSSA 250 SUPER PIONNER que me costó 123.000pts. (todo un lujo para un chaval de 17 años) y que pagué a mis padres religiosamente peseta a peseta con posterioridad. Luego vinieron las demás poco a poco.
Pero materialismo aparte, lo que me devanaba el seso esta mañana eran otras cosas. La lluvia me traía muchos recuerdos de mis salidas de antaño, cuando no importaba el tiempo que pudiera hacer para montarme en mi moto y echarme al monte, solo o acompañado, que mas daba y con un equipo de lo mas básico.
Hoy en día eso parece quedar aparcado en otra época y no tener cabida en el mundo actual donde desde nuestra poltrona no somos capaces de sopesar la posibilidad de la incomodidad.
Parece algo impensable el ponerte una mochila y fijar un saco de dormir en la aleta de nuestra moto y salir a rodar sin apoyo logístico y sin una buena cama donde reposar tras cada etapa.
He rodado bastante y he hecho muchas cosas en moto pero a pesar de haber realizado grandes logros y superado metas difíciles, si cierro los ojos solo vienen a mí aquellos momentos donde mi espíritu se fundió con mi moto, aquellas horas de compartir los dos, mecánica y pilotaje para llegar sanos y salvos al final del ocaso. El dormir bajo la luz de las estrellas o de los relámpagos a sus pies mientras ella esperaba sin inmutarse, muchas veces bajo la lluvia, a que al despertar le dirigiese un piropo.
Pasamos muchas horas juntos disfrutando del silencio en mitad de la nada y a pesar de hablar en singular me refiero a todas mis compañeras de fatigas. Echo de menos aquellas vivencias y muchas veces me planteo el repetir experiencias similares, pero al final me acabo rajando y dejándolo para "la próxima vez", al pensar por error, que mi vida personal se desmoronará por hacer algo "políticamente incorrecto".
Esas carencias, las compenso con salidas junto a otros moteros y en especial con uno al que considero mi amigo, que al igual que yo es Cáncer y que no para de decirme que soy poco expresivo y que parece que estoy "empanao". Desde aquí te pido perdón por no saber darte las gracias por todos los buenos momentos que me has hecho y me haces pasar pero compréndeme, no puedo hablar con la boca llena de tierra y piedras.
Y termino reafirmándome en todo lo anterior:
Nada, ni nadie, ni la situación mas "adrenalínica" podrá superar lo que se siente cuando ruteas sin lujos, solo o en compañía.
Jesús
Un día volveremos a cabalgar y ni el viento, ni la lluvia, ni el frío, ni nadie conseguirá ponernos de rodillas
"TORO".........EL ULTIMO MOHICANO
"TORO".........EL ULTIMO MOHICANO