- Jue Nov 08, 2007 14:29
#233375
Hola a todos menos a dos,
Decía mi padre que si quieres ser feliz es necesario no analizar mucho las cosas. Y creo que tenía razón. ¿Porqué digo esto? Porque la única conclusión que saqué el jueves pasado, que monté solo (crónica que había quedado en contar), es que una vez encima de la moto te da todo igual: las suspensiones, el codo, el PHDS. Uno se abstrae y se olvida de todo, vas encima de una Ktm 530 del 2008, a tu ritmo, disfrutando, sintiéndola entre las piernas con la misma intensidad que sentí la primera vez que me paré en un semáforo con una Ducati. ¿Se puede poner pegas al cielo?
Como comenté en un post anterior, el jueves que era fiesta nacional, salí a dar una vuelta, yo solo. Como tenía el codo mal decidí no ir muy fuerte, sin mariconismos pero teniendo cuidado por el codo y por ir yo solo. Bueno el cuidado me duró exactamente 5 minutos, luego follado como siempre.
Quería poner en orden mis ideas sobre los temas vertidos en este post, que había sido para mí muy intenso. Quería Disfrutar, no forzar la situación, sin embargo en los tramos largos, de pistas o caminos anchos me empezaban a brotar las ideas. La cámara de TBO, los dedos de Rubio, el freno de Louganis, el hombro de Carlitoways, el codo de Carma y Uri-garrocha, la fricción del mejicano, etc… Me iba acordando de todo lo vertido en este post.
Muchas sensaciones y pocas conclusiones. Una de las pocas conclusiones fue que Kari Tiainen tiene razón con sus dedos. En tramos rápido o cronos te coges al manillar con los puños más cerrados que la Pasionaria. Solo llevas los dedos por tramos complicados, ratoneros o trialeras. Es increíble las pocas veces que nos detenemos a observar los pequeños detalles y lo importantes que pueden ser a la hora de mejorar nuestra condución. Muchas veces nos esforzamos al máximo pero no avanzamos, pero pocas veces nos paramos a analizar.
Una de las mejores cosas que puede hacer un piloto, es desperdiciar una carrera y seguir a un pro durante una vuelta o un control. Se aprende muchísimo y sobre todo se consigue otra visión de ir sobre una moto de enduro. Lo primero que se aprende es que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta. Pero vayamos por partes.
Lo primero es elegir la carrera. Lógicamente para que haya pros tiene que ser o nacional o mundial. Elijamos una del nacional y el control que sobre más tiempo y la tercera vuelta. El control que sobre más tiempo, porque si van apurados ya lo has visto. La tercera vuelta porque se conocen los atajos y van cansados y sobre todo saben si sobra o no tiempo, con lo cual no apuran.
La segunda cosa es elegir el piloto. No parece lógico elegir a Cervantes porque si no luego todo el mundo va a preguntar ¿Y quien era el tío que salía en todas las fotos? Por ejemplo un tercer o cuarto puesto de E2.
Ya tenemos nuestro pro e intentamos seguirlo. Lo primero que nos sorprende no es lo rápido que va, si no por donde va. Entre las suspensiones que llevan y lo rápido que pasan por sitios complicados vemos que lo que para nosotros es una zanga o un obstáculo que hay que evitar, para ellos es algo que hay que tragarse para no bajar el ritmo. Es complicado explicarlo, me acuerdo de un camino no muy difícil que subía serpenteando entre rocas planas. El camino hacía curvitas y yo en las anteriores vueltas las había echo todas. Seguía a Miki Arpa, luego pondré la foto que tengo con él. Pues bueno, Miki se hizo toda la subida recta, pasando del camino. Para que dar curvitas si tienes la técnica necesaria para conseguir ir recto sin perder ritmo. Yo lo hice como él y perfectamente, sin embargo nunca se me hubiera ocurrido.
Llegamos al paso más difícil de la carrera y digo, ¡Aquí ya lo pierdo! Pues que va, el tío se trepiño un pedrolo plano de dos metros que había al lado de la trialera y que nadie había visto y yo detrás de él, y hasta hoy. El de la organización que estaba para ayudar a los que se quedaban, todavía nos está esperando. Es otro concepto que hay que asumir. Aprender cuando entrenamos a ver el terreno como diferentes alternativas, no asumiendo que hay que ir por donde hay que ir. Entrenamos muchas veces pasos difíciles, para luego evitarlos, perdiendo muchas veces tiempo al hacerlo. Poco a poco, pero acordaros de esto.
Otra cosa importante son las zanjas. Nos dicen hasta la saciedad que en circuito hay que aprovecharse de las roderas. Hasta conocemos perfectamente la técnica para abordarlas. Sin embargo en el monte somos capaces de hacer lo que sea para esquivar una zanja en mitad de una curva en vez de aprovecharnos de ellas. Esto detrás de un pro se hace una realidad evidente. Imaginaros la típica curva en subida con una zanja típica de agua en el centro. Uno pierde tiempo en ver si la toma por la izquierda o por la derecha y luego disminuye la velocidad para pasar por un lado de ella sin meterse. Llega un pro y dice, ¡Coño una zanja! Mete la rueda delantera en ella y acelera. Para nosotros es algo a evitar y para ellos es una gran ayuda. ¡Ojo! No se vaya a meter uno en un zanjón que haya que sacarlo con cuerdas, o se deje los huevos. Hay zanjas y zanjas.
Bueno nos hemos ido del tema inicial. Iba yo feliz con mi Ktm y se me agolpaban los recuerdos y las sensaciones. La moto es una delicia, el chasis es estable y permite hacer cosas que te sorprenden continuamente. Es muy crossera, permite derrapadas enormes y va muy por el sitio, sin aspavientos, sin correcciones continuas como en una dos tiempos. Es una moto EFICAZ. El motor no tiene mucha alegría, es muy soso, pero tiene un empuje continuo y te transmite una sensación de poderío que da un morbo que te cagas. El PHDS se supone que lo notas. Lo note la primera vez que lo puse, así que se supone que se debe de seguir notando y lo notaría si lo quitase. Pero es una cosa que una vez te acostumbras te deja de dar satisfacciones, no vas diciendo ¡Que pasada colega el PHDS!
La amortiguación tiene dos caras. Esto voy a ver si consigo explicarlo para que no se me tache de incomprendido. Una primera cara, que se traga todo, como la Dolores. Te pasa por sitios complicados sin inmutarse, incluso aceleras para notar el poderío. De verdad que es lo que te hace decir, la Ktm es superior, con este trasto se va más rápido que con cualquier otra cosa.
Luego está la cara fea, no fea de cojones pero si desagradable. Es una moto arisca de tacto, dura, que te va minando continuamente con vibraciones y golpecitos. jodetejodetejodetejodete. Es como una cuñada que tengo, que no las tira muy duras, pero siempre aprovecha la ocasión para dejarte una puya tras otra.
¿Cuánto piensa un austriaco en la sensación y cuanto en la eficacia? ¿Y cuanto un Italiano? ¿Y como se traga esto un español? El mercado hoy en día nos da pocas opciones lógicas. Pero la Ktm es sin duda la mejor, puñetera, pero la mejor.
He de decir que todavía no llevaba cámara de 150mm ni SAE 2,5. Luego cada vez que frenaba de atrás y clavaba (como no puede ser de otra forma) me acordaba del freno de louganis. ¿Cómo Ktm puede dar una moto de serie con este freno y luego ponerle otro a sus pilotos que funciona correctamente?
Después me acordé de Rubio. Hice un tramo medio trialero, medio rápido, de los que joden, largo e intenso, muy intenso, duro. ¿No será que te cansas tanto porque vas en una 4T y por ser una 530? Iba bajo de moral por mi maltrecho codo y al final del tramo me dolían los riñones y noté que la 530 te pasa huella. Cuando vas con gente siempre paras por algo, pero como iba solo llevaba ya casi tres horas de marcheta sin parar. Me acordaba de lo de Rubio, pero también de la frase de Angel: “La gente no comprende que cansa mas la 450 que la 530, y no consigues hacerselo entender”. ¿Quién tiene razón? ¡Y que se yo! Cuando acabas el tramo y sales a pista donde ya te puedes sentar eso deja de tener importancia, vuelves a ser Dios, en una 530, con ese poderio.
En fin, muchas páginas para un puto PHDS. Eso si, decir que va muy bien el invento.
Un saludo, Samuel