- Vie Jul 15, 2005 11:10
#110158
No sé que se me pasa por la cabeza cuando salimos en moto y veo esos senderitos y esas subidas y bajadas llenas de piedras. Bueno, sí lo sé. Solo quiero hacerlo lo mejor posible y no ser un lastre para el resto del grupo.
Este es mi pensamiento antes, durante y después de cada excursión. Me siento una inútil por no poder llegar arriba al mismo tiempo que mis compañeros. De hecho, ni siquiera media hora después….
No sé si soy un caso único, pero me desespera ver que no puedo alcanzar a mis compañeros….ni podría aunque llevara un cohete!. Sé que no es la moto pues va perfecta, luego debo ser yo.
Después pienso: “bueno, esto es cuestión de montar y montar y seguro que un día de éstos no me tendrán que esperar…aprenderé sobre la marcha…” Esto llevo pensando los 15 años que llevo montando, eso sí, de forma muy irregular (ahí tengo la excusa perfecta). Aunque tengo excusas mejores: “es que como soy mujer…, somos el sexo débil….”. Vaya! Esta es mucho mejor y más creíble que todas las anteriores. Pero a mí no me sirve de consuelo. Me sigo sintiendo un lastre.
Pensando en todo ello objetivamente, llegas a la conclusión de que te sientes un lastre dependiendo de con quien salgas. No es lo mismo salir con el grupito “Salminen” que con el grupo “Paquito-paketes”. La denominación de uno u otro depende del nivel de uno mismo. Para mí son todos grupito “Salminen”.
Para empezar todos quedamos en el bar donde nos sentimos “iguales”. Todos bebemos café, tenemos motos muy parecidas y hablamos el mismo idioma. Todos nos vemos capaces de hacer cualquier excursión y de llegar sin problemas a cualquier cima.
La gran diferencia surge una vez te subes a la moto y ya ves en la primera trialera que toda tu confianza en ti misma se la ha llevado el viento. Mientras recoges tu autoestima del último matojo donde has caído, te dices que tanta caída seguro que sirve para aprender (además de para dar trabajo a los mecánicos), pero te das cuenta que no importa las veces que pases por allí, si no es ahí, es un poco más arriba, pero no subirás esa trialera a cero en la vida.
Entonces te planteas si no será mejor quedarte en casa haciendo “petipuá”….
Este es mi pensamiento antes, durante y después de cada excursión. Me siento una inútil por no poder llegar arriba al mismo tiempo que mis compañeros. De hecho, ni siquiera media hora después….
No sé si soy un caso único, pero me desespera ver que no puedo alcanzar a mis compañeros….ni podría aunque llevara un cohete!. Sé que no es la moto pues va perfecta, luego debo ser yo.
Después pienso: “bueno, esto es cuestión de montar y montar y seguro que un día de éstos no me tendrán que esperar…aprenderé sobre la marcha…” Esto llevo pensando los 15 años que llevo montando, eso sí, de forma muy irregular (ahí tengo la excusa perfecta). Aunque tengo excusas mejores: “es que como soy mujer…, somos el sexo débil….”. Vaya! Esta es mucho mejor y más creíble que todas las anteriores. Pero a mí no me sirve de consuelo. Me sigo sintiendo un lastre.
Pensando en todo ello objetivamente, llegas a la conclusión de que te sientes un lastre dependiendo de con quien salgas. No es lo mismo salir con el grupito “Salminen” que con el grupo “Paquito-paketes”. La denominación de uno u otro depende del nivel de uno mismo. Para mí son todos grupito “Salminen”.
Para empezar todos quedamos en el bar donde nos sentimos “iguales”. Todos bebemos café, tenemos motos muy parecidas y hablamos el mismo idioma. Todos nos vemos capaces de hacer cualquier excursión y de llegar sin problemas a cualquier cima.
La gran diferencia surge una vez te subes a la moto y ya ves en la primera trialera que toda tu confianza en ti misma se la ha llevado el viento. Mientras recoges tu autoestima del último matojo donde has caído, te dices que tanta caída seguro que sirve para aprender (además de para dar trabajo a los mecánicos), pero te das cuenta que no importa las veces que pases por allí, si no es ahí, es un poco más arriba, pero no subirás esa trialera a cero en la vida.
Entonces te planteas si no será mejor quedarte en casa haciendo “petipuá”….